Anteriormente, el ballet estaba reservado principalmente para la nobleza y se enfocaba en la formalidad y la tradición. Sin embargo, en el mundo contemporáneo, las clases de ballet son accesibles para personas de todas las edades y niveles de habilidad. Los padres pueden apuntar a sus hijos a estas clases desde que cumplen los seis meses de edad ayudando así a vuestros hijos a comunicarse de una manera que verbalmente se les escapa. Esta actividad también refuerza el vínculo entre padres-madres e hijos y abren nuevos canales de contacto. Leticia Morales, psicóloga, danzaterapeuta y profesora de danza en familia, recalca que “la danza en familia favorece las relaciones afectivas”.
En esta nueva modalidad se promueve el diálogo entre padres e hijos, pero no el diálogo al que estamos acostumbrados, si no al diálogo corporal. Cuando se baila en grupo se desarrollan vínculos entre los participantes. Ser parte de un grupo genera una sensación de pertenencia muy importante para estimular valores tan necesarios como la empatía, la colaboración mutua y la responsabilidad.
- Esto es especialmente interesante en la adolescencia, cuando se acentúan o aparecen los complejos.
- Si estás considerando inscribir a tu hija en clases de ballet, este artículo te servirá como una guía completa para comenzar con el pie derecho.
- Todas esas capacidades que se adquieren se trasladaran al día a día en su forma de relacionarse con el entorno, en la escuela, con los amigos, con la familia y más tarde, en el trabajo.
- A lo largo de los siglos, esta forma de expresión artística ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes estilos y épocas, pero su esencia se ha mantenido intacta.
- Sin importar el punto de partida de tu hijo, ya sea que tenga peso adicional o carezca de equilibrio, el enfoque principal reside en el proceso de aprendizaje.
- Ya hemos visto todos los beneficios del ballet sobre la salud física y emocional del niño.
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La creatividad es algo innato en todos los humanos, pero es importante alimentarla y potenciarla desde la infancia. El ballet para niñas y niños es beneficioso también para la salud emocional. Cuando bailamos, el cerebro libera adrenalina, una hormona que nos llena de felicidad y nos proporciona una sensación de bienestar y relajación. Esto ayuda a que el pequeño duerma mejor, esté más descansado y evite reacciones agresivas.
Beneficios físicos de las clases de ballet
Estas lecciones son valiosas no solo en el mundo de la danza, sino también en la vida cotidiana. Ellas se sentirán orgullosos durante cada logro que obtengan en su viaje por el ballet y a su vez estarán felices de compartir esta gran experiencia con sus amados padres. El ballet infantil incorpora técnicas muy simples en las edades tempranas, 🐣 adaptadas a la capacidad de los más pequeños. A medida que crecen el método se va complicando, y ellos cada vez tienen más habilidad. Con el ballet los niños liberan adrenalina, aprenden a expresarse con el cuerpo y desarrollan su sensibilidad.
Ayuda a corregir la postura
También es un entrenamiento ideal para ayudar a los niños a ejercitar los diferentes grupos musculares de una forma divertida y fomentar la expresión corporal desde una edad temprana. El ballet infantil ofrece un emocionante camino para que los niños exploren la danza, la música y la expresión corporal. Con la información que verás a continuación, podrás tomar decisiones que ayudarán a tus pequeños a descubrir el mundo mágico de esta disciplina, al mismo tiempo que cultivan habilidades que les serán beneficiosas a lo largo de sus vidas. Las clases de ballet para niñas, de estructura simple y dinámica, contemplan el desarrollo de cuerpos sanos, fuertes y flexibles, utilizando y salvaguardando la flexibilidad natural del niño para un futuro en la danza y otras actividades físicas.
Esto, en el futuro, se traduce en un ciudadano capaz de mantener relaciones saludables y enriquecedoras en diferentes contextos sociales. El pre ballet, que se centra en la mejora de la psicomotricidad a través del juego, es una práctica adecuada para cualquier pequeño. A medida que el niño va cumpliendo años y que los ejercicios pueden ser más exigentes, si hay cualquier problema de salud conviene consultarlo con el pediatra o el especialista de referencia, siguiendo siempre sus indicaciones. “Aunque cuesta que se incorporen los niños al ballet, a ellos también les gusta mucho bailar y les gusta el ballet. Creo que en el futuro habrá más niños que practiquen ballet”, señala la directora de
Las niñas utilizan medias, maillot, falda, zapatillas de media punta y el pelo recogido en un moño. En el caso de las niñas, el peinado es muy importante, y es preciso hacer el moño Academia de Danza Carolina Munizaga correctamente y con muchas horquillas, a fin de que el peinado no llegue a estropearse en el transcurso de la clase. Los niños, por su parte, pueden llevar pantalones cortos, camiseta, calcetines y zapatillas de media punta. Junto a ello, los colores son de acuerdo a las preferencias del profesor o academia. En este sentido apunta que cualquier niño podría practicarlo con ganas e ilusión. Eso sí, para dedicarse profesionalmente al ballet sí sería necesario contar con determinadas condiciones físicas, “pero el trabajo, el tesón y la pasión consiguen grandes cosas”, insiste.