La monitorización regular de la glucosa en sangre es esencial para las personas con diabetes de tipo 1 o tipo 2, así como para aquellas en riesgo de desarrollarla. Es una enfermedad en la que el organismo tiene mucho azúcar en sangre (cursa con glucemias altas) habitualmente porque carece de insulina, o está no actúa bien sobre las células que la necesitan, no es capaz de abrirles la puerta y en consecuencia sus niveles suben en sangre y escapan por el riñón; como nadie es capaz de orinar azúcar sólo, la glucemia elevada arrastra agua y el diabético mal controlado orina mucho (tienen poliuria), y su orina tiene sabor dulce . La diabetes es una afección crónica que aparece cuando los niveles de azúcar (glucosa) en sangre están elevados, como resultado de problemas en la producción y/o funcionamiento de la insulina por parte del organismo. En la diabetes tipo 2, el descenso en los niveles de insulina normalmente está asociada a la pérdida de un grupo de células que se encuentran en el páncreas denominadas células β-pancreáticas tras su agotamiento. Los signos y síntomas de la diabetes siempre se relacionan con concentraciones elevadas (hiperglucemia) o bajas (hipoglucemia) de glucosa en sangre y con complicaciones asociadas a la propia enfermedad. La diabetes es una enfermedad caracterizada por un aumento de la concentración de glucosa en sangre (hiperglucemia) debido a un déficit de insulina o a la incapacidad del organismo de utilizar correctamente la insulina.
Efectos secundarios locales de la administración de la insulina
Para flexibilizar la aportación de hidratos de carbono en las comidas y adaptar la insulina es importante conocer el ratio. Las insulinas de reserva se tienen que guardar en la nevera entre 2 y 8 °C. Un frasco o bolígrafo de insulina es estable a temperatura ambiente durante un mes, siempre que la temperatura no sea superior a 30 °C. Se han realizado diferentes estudios que han demostrado que las agujas más cortas de 4 o 5 mm son válidas para todas las personas. Una persona que reutiliza las agujas tiene un 30% más de riesgo de tener hipertrofias. Por este motivo, se recomienda pinchar las insulinas de efecto rápido en el abdomen y las de efecto lento en las piernas y las nalgas.
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Normalizar los niveles de glucosa en sangre también permite minimizar o prevenir lesiones vasculares y renales. Se puede prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2 identificando a tiempo una prediabetes e introduciendo cambios en el estilo de vida para disminuir la concentración sanguínea de glucosa. El riesgo de padecer diabetes tipo 2 puede reducirse significativamente realizando ejercicio físico y siguiendo una dieta sana limitando el consumo de grasas. La ADA también recomienda el cribado en niños con sobrepeso y con dos o más factores de riesgo de diabetes tipo 2. Cuando se diagnostica la enfermedad, a menudo existen unos valores elevados, tanto de glucosa como https://controlaladiabetes.com de insulina en sangre, aunque es posible que el individuo no refiera ningún síntoma.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune— algo hace que el sistema inmune ataque las células pancreáticas sanas que producen insulina. La diabetes mellitus (DM) o simplemente diabetes pertenece al grupo de enfermedades metabólicas y es el resultado de la incapacidad para regular los niveles de azúcar en la sangre. Si no se mantienen los niveles de azúcar en sangre establecidos, la diabetes mellitus puede provocar dos complicaciones importantes que pueden resultar peligrosas si no se conocen o no se sabe cómo actuar ante ellas. Con todo esto se consigue prevenir o retrasar el desarrollo de una diabetes tipo 2, además de conseguir que disminuya la concentración de glucosa en sangre. Actualmente no existe curación para la diabetes tipo 1, aunque hay avances prometedores en el área de tratamientos (inmunoterapia, vacunas, trasplante de células de islotes pancreáticos, etc) y estrategias para retrasar o prevenir la aparición de la enfermedad. La finalidad del tratamiento de la diabetes, que puede incluir modificaciones de la dieta, ejercicio físico y/o medicamentos como la insulina, no es otra que la de asegurar que los valores de glucosa en sangre se encuentren dentro de unos intervalos adecuados.
- Es una campaña de concienciación sanitaria fruto del compromiso de AstraZeneca con las personas con diabetes.
- La microalbuminuria es una de las complicaciones de la diabetes.
- Cuando una persona come, necesita más insulina y cuando realiza actividad física necesita menos.
- Los únicos alimentos que se desaconsejan en personas con diabetes son aquellos ricos en azúcares o hidratos de carbono simples (azúcar, caramelo, bollería, jarabes, miel, fructosa pura, refrescos azucarados…).
Las personas mayores de 70 años por ejemplo, pueden tener un rango ligeramente diferente de lo que se considera “normal”. A medida que envejecemos, el cuerpo experimenta cambios que pueden afectar la forma en que procesa la glucosa. Ante este tipo de lecturas anómalas, es vital consultar con un especialista para confirmar el diagnóstico.
La mayor parte de organizaciones y sociedades científicas expertas en diabetes recomiendan el cribado de la diabetes gestacional entre las semanas 24 y 28 del embarazo. Una mujer que ha sufrido diabetes gestacional en un embarazo probablemente la sufrirá en los embarazos siguientes. La embarazada tiene más riesgo de padecer preeclampsia, exceso de líquido amniótico (polihidramnios) y parto por cesárea. Normalmente se realiza el cribado universal de diabetes gestacional a todas las mujeres embarazadas entre las semanas 24 y 28.
Por otro lado, la expresión fenotípica de los defectos genéticos que condicionan las alteraciones en la secreción de insulina y en su acción periférica se encuentra modulada por diversos factores ambientales, muchos de ellos consecuencia directa de estas propias alteraciones. Además, debemos tener en cuenta que ambos fenómenos suelen coexistir y participan en una proporción diferente en la fisiopatología de la enfermedad, no sólo según la población estudiada, sino también según el período evolutivo de la misma (fig. 1)27. La importancia relativa de los defectos en la secreción de insulina o en la acción periférica de la hormona en la aparición de la DM2 ha sido, sigue y seguirá siendo motivo de debate. La DM2 supone el 80-90% de todos los casos de DM, afecta a un 6-10% de la población española y constituye, como ya hemos comentado en la introducción, un problema sociosanitario y económico de primera magnitud y que en los próximos años va a adquirir características epidémicas, sobre todo en los países occidentales. Cabe señalar que la insulinopenia puede ser fluctuante a lo largo de la enfermedad, pero que en algunas poblaciones (japonesa) puede tener un carácter fulminante25. Como contraposición a la DM1 A, describe a aquellos pacientes con insulinopenia inicial, tendencia a la cetosis o cetoacidosis, en los que no se encuentran datos de autoinmunidad ni haplotipos HLA de predisposición8.
En los últimos diez años, el número de personas en España con obesidad ha pasado de un 14% a un 28%. Algunos fármacos, el exceso de ejercicio, el alcohol y la poca o tardía ingesta de alimentos ricos en azúcares (hidratos de carbono) después de inyectarse insulina pueden ocasionar bajadas de azúcar peligrosas. También controlar el peso es un factor importante, condicionará el control glucémico, el tipo de fármacos y las dosis de estos que serán necesarios para controlar la glucosa. La dieta es un pilar fundamental en el tratamiento de la diabetes, SIEMPRE.
Con independencia de que exista una determinada susceptibilidad genética que predispone a desarrollar una DM1 A, en la práctica clínica diaria debemos tener en cuenta que en el 70-80% de casos en los que se diagnostica un nuevo caso de la enfermedad, no existen antecedentes familiares de la misma21,22. Cabe señalar que, aunque el pico de nuevos casos se produce entre los años, la mitad de los mismos se diagnostican en pacientes mayores de 15 años. En la clasificación actual la DM1 se subdivide en dos subtipos, a saber, la DM1 A o autoinmune y DM1 B o idiopática. Cabe señalar que la asignación de un paciente a uno u otro tipo de DM puede no ser una tarea fácil.
La diabetes tipo 2 se adquiere y afecta generalmente a las personas mayores. Debido a esta resistencia, las células de los músculos, de los adipocitos (del tejido graso) y del hígado, no toman la glucosa de la sangre de forma eficiente y, por tanto, hay mucha más glucosa de la que debería en la sangre. La diabetes tipo 2 comienza con una primera fase en la que el cuerpo se vuelve resistente a su propia insulina. Realizar una buena medición de la glucosa en sangre es uno de los puntos fundamentales para la autogestión de la diabetes.
